Los riesgos laborales en la oficina debe ser una preocupación importante, ya que pueden afectar la salud y el bienestar de los trabajadores. Aunque lo cierto es que se tiende a prestar menos atención a este tipo de actividades laborales, que a otras como puede ser la construcción, por ejemplo.
Riesgos laborales más comunes en las oficinas
Vamos a enumerar algunos de los riesgos laborales más comunes para los trabajadores que desarrollan su vida laboral en una oficina. Y a los que sin duda, hay que prestar atención.
1.- Caídas, golpes y tropiezos, que son una de las lesiones laborales más comunes y pueden ocurrir en cualquier oficina. Los cables expuestos, las alfombras, los suelos mojados y los líquidos derramados son algunos de los peligros que pueden pasar desapercibidos hasta que ocurren.
2.- Fatiga física y mental debido a permanecer en el puesto y delante del ordenador durante largos periodos de tiempo, así como la fatiga postural causada por una postura corporal incorrecta al trabajar.
3.- Problemas musculoesqueléticos causados por posturas y movimientos repetitivos al trabajar con ordenadores, lo que puede dar lugar a lesiones en la espalda, el cuello o los brazos.
4.- El manejo de peso como cajas con papel, carpetas o mobiliario de oficina, lo que puede ocasionar dolor de espalda.
5.- Fatiga visual debido a la constante lectura y escritura de textos a ordenador, que puede afectar la circulación sanguínea y provocar fatiga.
6.- Riesgos eléctricos debido a cables en mal estado, enchufes sobrecargados o instalaciones defectuosas, que pueden provocar descargas eléctricas, incendios e incluso lesiones graves.
¿Cómo prevenir los riesgos laborales en las oficinas?
Para intentar evitar los riesgos laborales en las oficinas, se pueden implementar diversas medidas preventivas. Hemos recopilado algunas de ellas.
Evaluar el espacio de trabajo. Es fundamental realizar una evaluación del entorno laboral para identificar posibles riesgos, como la falta de limpieza, orden y condiciones de iluminación inadecuadas.
Formar e informar. Proporcionar formación en prevención de riesgos laborales a todos los empleados para que sean conscientes de los riesgos y sepan cómo prevenirlos.
Mantener la ergonomía. Evitar las malas posturas y promover el uso de mobiliario ergonómico para reducir el riesgo de lesiones musculoesqueléticas.
Orden, limpieza e iluminación adecuada. Mantener el entorno de trabajo limpio y ordenado, así como garantizar una iluminación adecuada para prevenir accidentes y fatiga visual.
Gestión del estrés. Abordar el estrés laboral mediante la promoción de un equilibrio adecuado entre el trabajo y la vida personal, así como proporcionar apoyo psicológico cuando sea necesario.
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